Los jitomates amarillos que se ven más abajo son producto de una planta que llegó muy cuidada por el profesor Aguilar, quien en ese momento, además, me dio una clase de cómo extraer y secar las semillas de jitomates comprados en el súper para intentar sembrarlas.
Mi mujer no hizo caso a ninguna de sus instrucciones, y dejó a un paquete de jitomates cherrie, que se nos habían pasado, secar al sol junto a la ventana. Esto se tomó mucho tiempo. Luego, en una visita a xochimilco, ella decidió comprar musgo que puso en uno de mis invernaderos portátiles, es decir, un domo de esos de plástico donde vienen las ensaladas. Puso el musgo encima de los jitomates secos.
Pasaron varios meses.
Yo dí todo el proyecto de los jitomates cherries por perdido, así como el musgo; pensé que todo había muerto por falta de mantenimiento, de cuidados específicos.
Cuál no sería mi sorpresa cuando, allá arriba, en mis jardineras, la plantita de jitomate del profesor Aguilar empezó a florear y a producir tomatitos, y abajo, en la cocina, ví que el musgo estaba lleno de brotes de una planta que por comparación con la de arriba no pude sino identificar como jitomate.
La planta de jitomates amarillos, al parecer, murió en el parto. Ahora subí los que creo que son jitomates cherri a la jardinera, donde, por molestarlos lo menos posible no les quité su abrigo de musgo; ahora la jardinera parece más bien una maqueta de algún ecosistema de esas que piden en primaria. Espero sobrevivan y que estén cómodos, y no extrañen su tupper.
domingo, 20 de junio de 2010
La albahaca y yo parte III
Ok. Parece que esto sí está saliendo bien. Sólo han pasado unos 60 ó 70 días. ¿Cuánto más tendrá que esperar la temporada de Pesto?
Y mi reserva no sé si será suficiente.
Quiero implementar cultivos listos para sucederse unos a otros. Quizá con esto lo logro, una planta destinada al pesto de una noche y las demás listas para los días siguientes. Claro que no logré 60 ó 70 plantas... además es notorio el asunto ese de la selección natural. Una planta de entre todas las que sembré es la que resultó fuerte y resistente. Una entre todas. Vamos a ver cómo soporta esta oferta la demanda.
Queden estas fotos, como decía Monsi, para documetar nuestro optimismo.
Y mi reserva no sé si será suficiente.
Quiero implementar cultivos listos para sucederse unos a otros. Quizá con esto lo logro, una planta destinada al pesto de una noche y las demás listas para los días siguientes. Claro que no logré 60 ó 70 plantas... además es notorio el asunto ese de la selección natural. Una planta de entre todas las que sembré es la que resultó fuerte y resistente. Una entre todas. Vamos a ver cómo soporta esta oferta la demanda.
Queden estas fotos, como decía Monsi, para documetar nuestro optimismo.
domingo, 13 de junio de 2010
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