lunes, 27 de enero de 2014

Construir tu propia hortaliza en 5 sencillos pasos.

Año nuevo: Obras de ampliación en mi huerto de azotea. 



1. Seleccionar el área de destino, presentar materiales preferentemente reciclados pues son gratuitos o casi y quedas bien con todo el mundo.




2. Alzar la cama de cultivo. En este caso coloqué unas vigas de madera de desecho, un poco de tela de mosquitero y un anuncio de propaganda política -que sirvan de algo-; encima de esto, los guacales.


3. Usar envases de leche o jugo tetrapack limpios y abiertos para engraparlos en el fondo de los huacales y contener los elementos del sustrato, esto es, composta de los desechos vegetales de los meses anteriores en la base, encima tierra de hoja de mis amigos del Huerto Roma Verde y jarritos de riego de mis amigos de la cooperativa Kurate de San Miguel de Allende, Gto. 


4. Cubrir con tela para filtrar el sol y guarecer del frio. 

5. Sembrar las semillas (esparcirles encima casi nada de humus de lombriz; cada semilla debe de ser cubierta sólo con un tanto de su altura, es decir casi nada) en fase de cuarto creciente de la luna (aunque Ud. no lo crea, esto ayuda).  Llenar los cántaros de riego y vigilarlos, habrá que rellenarlos una vez cada 3 o 4 días  y colocar domos de pastel o fondos de botellas de agua para generar humedad y calor encima d ellas semillas -esto es esencial-, esperar a que las semillas germinen y publicarlo en el blog más cercano para lograr followers! 





 

El único ingrediente que me faltó mencionar es el haber deseado hacer esto desde hace mucho y haber esperado incluso años, diciendo "un día de estos, subo y lo armo". 

Sobre la recolección de semillas de arúgula.

De los muy pocos lectores que este blog tiene, alguien preguntó alguna vez si ya había yo logrado recolectar las semillas de arúgula y preguntó cómo se hacía.

No sabía, pero ya sé, y lo comparto:

Por algún milagro ecológico, las flores se vuelven vainas. Las vainas hay que dejarlas el mayor tiempo posible en la planta y después cortarlas y dejarlas secar. Idealmente dejar que se sequen en la planta.
Y luego es lo más sencillo del mundo, como ilustra este par de fotos:





A las lechugas les pasa algo muy similar que a los agaves: Les sale una especie de alien en medio, las hojas se amargan, y en la punta de ese alíen salen unas pequeñas florecillas como esponjitas, por las que uno no daría  ni un peso.  Pero con un movimiento de dedos similar al arriba descrito gráficamente, es decir apachurrándole un poquito, salen de cada una un montoncito de semillas de lechuga. Y pensar que por las anteriores yo pagué como 30 pesos.