lunes, 27 de enero de 2014

Sobre la recolección de semillas de arúgula.

De los muy pocos lectores que este blog tiene, alguien preguntó alguna vez si ya había yo logrado recolectar las semillas de arúgula y preguntó cómo se hacía.

No sabía, pero ya sé, y lo comparto:

Por algún milagro ecológico, las flores se vuelven vainas. Las vainas hay que dejarlas el mayor tiempo posible en la planta y después cortarlas y dejarlas secar. Idealmente dejar que se sequen en la planta.
Y luego es lo más sencillo del mundo, como ilustra este par de fotos:





A las lechugas les pasa algo muy similar que a los agaves: Les sale una especie de alien en medio, las hojas se amargan, y en la punta de ese alíen salen unas pequeñas florecillas como esponjitas, por las que uno no daría  ni un peso.  Pero con un movimiento de dedos similar al arriba descrito gráficamente, es decir apachurrándole un poquito, salen de cada una un montoncito de semillas de lechuga. Y pensar que por las anteriores yo pagué como 30 pesos. 


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