viernes, 16 de julio de 2010

Tempo di Pesto- Receta incluida.

Todo hace sentido ahora.


Todos estos meses de espera.

La subida al huerto a media noche, ese domingo en que recordé que no había regado.

La lucha feroz contra los gatos, contra mi gato.

La siembra de Ruda para proteger a la albahaca.

Los intentos de germinar albahaca en almácigos, su riego diario. El amor perdido en tantas plantas que no lograron sobrevivir.

La albahaca sembrada directamente en la jardinera.  El yute colgado encima para proteger del sol directo. Las "niñas" -lombrices- que tengo ocultas en la biblioteca, con cuyos ácidos húmicos disueltos en agua riego de vez en cuando para fortalecer las plantas.

Las canciones de cuna.

La música italiana, mis clases de italiano.

El haber entrado a youtube buscando come si fa il vero pesto genovese.
http://www.youtube.com/watch?v=kh5svK9u3lI

El cosechar la albahaca así, joven.

Lavarla. Secarla.


Moler en un mortero 1 gran diente de ajo del mercado de Medellín, unos 50 gr. de piñones, una cucharadita de sal gruesa.

Añadir poco a poco las hojas de albahaca, moler con un movimiento circular presionador. Apartar por un momento.

 Poner un disco de son Jarocho para, llevando el ritmo y a manera de güiro, rayar queso parmesano italiano comprado en el mercado de San Juan. Rayarlo por todas sus caras para prolongar su conservación.

Incorporar el queso parmesano rayado al ajo, sal, piñones y albahaca -PREFERENTEMENTE SEMBRADA Y COSECHADA POR UNO MISMO UNA TARDE DE VERANO- aceite de oliva extra virgen, poco a poco, con el mismo movimiento circular.


Cuccinare la pasta della sua preferenza. Incorporare il pesto.


Lo voy a decir de forma simple:



El mejor pesto que he comido en mi vida entera.

Todo, de verdad todo,  hace sentido ahora.

Pesto Time, o Good things come to those who wait, part I

Bueno, finalmente, a primera hora de la mañana, justo después de que secó el rocío, decidí cosechar albahaca para hacerme un pesto.

Ok ok, en realidad no fue a primera hora de la mañana; yo estaba crudo y me levanté tarde;  además en México llueve sin parar en estas fechas, por lo que ni siquiera hay rocío. Es cierto que hay que cosechar en la mañana, pero yo lo hice a media tarde después de tomarme un par de clamatos revividores y de asegurarme que tenía el resto de los ingredientes necesarios.

Primero fui a comprar piñones. Me costó mucho trabajo encontrarlos pues en México, insisto, no conocen el pesto las señoras del mercado. La que me lo vendió me respondió, tras preguntarle, "sí, he oído de él, pero nunca lo he probado, ¿usted guisa?".

Sobre la albahaca, me mandó a comprarla seca, con los "hierberos". En mis adentros me reí y me fui a cosechar a mi casa.

Por cierto este es el estado de mi huerto:


Betabel Betabelito


Estoy empezando a dudar respecto a mis planes de conquistar la economía mundial (o de al menos transformarla) por medio de la ecología y la agricultura urbana.

Tras varios meses de defenderlo de toda clase de ataques, coseché un betabel.

Muy rico, muy saludable, seguramente lleno de nutrientes mágicos.
Pero chiquito, muy chiquito. Como verán.