domingo, 1 de julio de 2012

Lechuguero Reloj

Que mis amigos de Cualti me hayan enseñado el secreto del jarrito de agua dentro de la maceta es algo que les agradeceré siempre. Al parecer es una técnica prehispánica que ahorra muchísima agua y es increíblemente práctica. Yo partí de esa idea, y de una palangana vieja que estaba a punto de romperse, para diseñar este "Lechuguero Reloj". 


El principio es simple: a la palangana se le hacen unos cuantos hoyos al fondo, para el drenado; aunque  en realidad en este caso casi no hay escurrimiento pues la planta no se riega. El jarro de barro cocido trasmina el agua con que se llena, con lo que la tierra está en su justo punto de humedad TODO el tiempo. Eso, al parecer tiene a las plantas de lo más contentas, es increíble cómo crecen:


Idealmente el jarro debería tener una boca muy chica para evitar la evaporación. Pero yo usé lo que tenía, que era esa olla de Oaxaca a la que simplemente le pongo una tapita, es decir, un plato de maceta. Como sabemos, el chiste en este blog es no comprar nada o comprar lo menos posible. 

Inspirado en ese éxito, el del lechuguero, hoy trasplanté otros jitomates a los que les debía el trasplante. Espero que no sea demasiado tarde y que la contentez del jarro los haga crecer fuertes. Hice este jitomatero con un par de macetas redondas que ahí tenía: 

Vamos a ver cómo evolucionan. Lo interesante es que los tendré dentro del invernadero, y podremos comparar entre los de afuera y los de dentro.

Cuando llené la maceta del centro, a los pocos segundos me encontré con mis pies encharcados en el invernadero... Claro, olvidé que es maceta y no jarrito lo que está al centro, ahora tendré que encontrar la manera de tapar el pequeño orificio del desagüe... Lo documento pues no todo sale siempre y mucho menos a la primera. Espero poder taparlo, lo sellé con arcilla de cerámica de mi mujer, pero algo me dice que no va a ser suficiente... Pero si funciona va a ser muy bonito.




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