Bueno, al menos eso pensé al principio. Cuando descubrí que gastando un poco (como por ejemplo, para pagar una buena malla sombra, o comprando una buena tierra) los resultados con las plantas son sorprendentes, pasé por una etapa de gasto de la que no me arrepiento pero que desecologizó mis bolsillos por un tiempo. Ahora me da gusto anunciar que he vuelto a mis principios ecologistas y pepenadores, uno de cuyos principios consiste en reutilizar los desechos, reducir el desperdicio. Y esta vez es grande.
Me encontré esto tirado en la calle. Un atado perfecto de material pvc, me parece que era un cortinero o un sistema de puertas de baño, no lo sé:
Y fue una epifanía. "¡Mi invernadero!", pensé, cuando lo ví en la calle. Lo recogí, me lo eché al hombro, y regresé a casa emocionado. Lo revisé y contabilicé, lo ordené por tamaños, y me imaginé mil maneras diferentes de repartirlo para sostener las paredes de un invernáculo que coticé hace unas semanas en una cantidad ridículamente grande de dinero.
Les seguiré informando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario