lunes, 28 de mayo de 2012

Hacia una Nueva Era (Socioeconómica)

Estoy en proceso de recetarme el Anillo del Nibelungo en las transmisiones del Met.

Parece no venir al cuento, pero el estar metido en ello (uno se mete, y es un proceso) me ha dado fuerza para escribir algo que creo firmemente, que me parece haberlo pensado o descubierto por mí mismo (no que tenga eso ninguna valía, sino que me aventuro a escribirlo tal cual me salga, y a ver qué pasa),  sin más fundamento que las ficciones que he visto y lo que percibo de la realidad:

Creo que el mundo ha estado dividido en grandes eras socioeconómicas, en las que  los fundamentos del orden social son unos, y cuando estos fundamentos cambian, cambian las eras.

Y que ese cambio de eras se percibe cuando, aplicando los fundamentos de la era que parece vigente, resultan obsoletos y se llega a un absurdo descomunal, normalmente en forma de tragedia. Ese evento se convierte en el punto de inflexión para el cambio general observado y aceptado, de los viejos valores, por unos nuevos.

No tengo claras todas las eras del mundo, insisto que esto es empírico y por tanto, incompleto. No pienso hablar de toda la historia de la humanidad, aunque no dudo que lo que aquí expongo aplique siempre.

Quiero ir sólo a las más recientes, pues la que realmente me importa es la inmediata siguiente, la del futuro que ya está en marcha y ya empieza.

Hace no mucho las vidas humanas estaban condicionadas por el linaje. Por la procedencia del nacimiento. Noble quedaba noble, siervo siervo, y no había posibilidad real de cambio, sólo excepciones.

Esa era socioeconómica terminó con la revolución industrial, y el sistema de clases, linaje o casta, se terminó y dio paso a la era del dinero. Creo que un evento como el hundimiento del Titanic se percibe el absurdo al que llega un sistema al aplicar los valores obsoletos del otro: Salvando a la primera clase antes que la segunda y tercera, cuando que todos habían pagado su boleto.

Por apoyarme en mis "fuentes", menciono la serie (por no decir telenovela) inglesa "Downton Abbey", en la que observa cómo la familia de una condesa inglesa intenta vivir en el siglo XX, donde ya todo su sistema es sencillamente obsoleto.

Como decía, esa era del linaje dio paso a la del dinero. Con dinero uno puede escalar en el orden social, y satisfacer todo deseo, en especial el deseo de más dinero.

(Ya con ganas de ampliar, me aventuro a decir que aún antes de eso hubo una era de Dios, en la que servir o llegar a dios era lo más importante, y que el absurdo se alcanzó con la venta de indulgencias y la corrupción de la Iglesia, habrá que buscar el evento definitorio, seguro existe)

Para terminar y no hacerles el post largo, va lo que creo: que el gran absurdo de la era del dinero se dio en el 2008, y es la majestuosa crisis económica que estamos atravesando. Los malabarismos de las grandes corporaciones para ganar más dinero, asegurándose a sí mismas y generando pérdidas, comprándose entre sí, avalando operaciones financieras "zombies" con tal de generar utilidades, sumiendo a millones de familias en la más pura desesperanza económica, es absurdo y trágico, como el Titanic o la primera guerra mundial que terminó con los Imperios.


En estos años que estamos viviendo, en las mentes y corazones, en la vida de las personas, poco a poco cuajarán nuevos fundamentos; será visible y aceptado que la felicidad es otra cosa, separada del dinero, y el valor regidor, el más importante para todos, va a ser la sustentabilidad.

Eso es todo.

En el Anillo del Nibelungo eso es lo que sucede, que los dioses dejan el campo libre a una nueva era, la de la humanidad.

Nosotros daremos paso, por vez primera, a los seres humanos sustentables.

Como a los dioses de Wagner, o a los nobles del siglo XX, simple y sencillamente porque no nos queda de otra.


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