domingo, 27 de abril de 2014

Trampa para caracoles y gusanos.


Mi bugambilia está siendo atacada -otra vez- por algún tipo de gusano o caracol voraz:




Pero no me gusta echar insecticida. Huele muy mal y además no sirve.  Eso muchas veces me atora, no sé qué hacer y entonces no hago nada. 

Justamente hoy, contemplaba la bugambilia preguntándome qué hacer, con mi cerveza en la mano tratando de encontrar el dichoso gusano o caracol, sin ningún éxito. 

Entonces recordé lo que alguna vez ví en la red. !Con cerveza se hacen trampas para los caracoles!

Es muy sencillo, basta con hacer unas pequeñas "albercas de cerveza" a la que se supone que caen inexorablemente. 

En mi caso el mérito es doble pues corté mi lata de cerveza sin vaciarla ni derramar la que tenía adentro.  Los reto a lograr lo mismo. 


Se entierra un poco la lata para que el nivel de la cerveza quede al nivel de la tierra. Y listo. Espero que estos sacrificios, si suceden, sean agradables a los dioses de la cerveza y que la bugambilia pueda seguir creciendo sana esta vez. Como dije, es atacada cada año. Pero esta vez no me quedé indiferente.



Les digo que la agricultura moldeó el cerebro del hombre. Ahora hay que conseguir más cerveza!

Les aviso si cae algo. 





Jitomates de Azotea y Guajes de Barro para mantener hidratada la tierra.

Este es definitivamente el mejor método para mantener a las plantas contentas, siempre humectadas, sin estrés, y sin tener que regarlas todos los días.

Los cántaros de barro, y mejor aún, los guajes:

 
Aquí puede observarse a donde está el nivel del agua transminando. Eso es la felicidad. Digo es evidente que se entierran junto a la planta, no es así? No tengo ni que decirlo. ¿Que por qué no lo enterré todo? Vaya usté a saber. 


Esta vez no quiero que se estresen. Esta vez no quiero que se enfermen. Esta vez quiero que sean de concurso. Vamos a ver qué logramos. Así van:


No a todos mis jitomates les toca el tratamiento estrella de la olla de barro. Tengo una manguera con agujeritos y trozos de tela que gotean mientras que con la mangera lleno las ollas de barro de las que sí tienen. Me explico? En esta ocasión sembré arúgulas junto a los jitomates, tengo entendido que se complementan bien. 

  

Los pongo aqui con esperanza de que, en junio y julio, en agosto y septiembre, pueda publicar fotos parecidas pero rebosantes de follaje y frutos.


No cabe duda que la agricultura moldeó el cerebro humano. La imaginación, la anticipación, la búsqueda y sobre todo la esperanza.








Cómo recolectar semilla de una planta de Albahaca Italiana carísima en flor.



Hola a todos,

Una vez más vengo a mostrar -orgullosísimo- cómo recolectar las semillas de una planta en flor, en este caso Albahca Italiana importada de contrabando, originalmente un sobrecito de semilla del Brooklyn Botanica Garden.

Simplemente se trata dejar que la planta se seque; que las flores duren lo más posible en la planta. (Obvio, que hayan tenido contacto con polinizadores, es decir insectitos) Y entonces, con un platico cóncavo abajo de las flores, apachurrarlas, buscarle, en algún lugar de adentro, en unos como capullitos, se esconden una gran cantidad de semillitas negras.

Lo que es inevitable es que al platito o recipiente caigan muchos restos secos de flores (o cuando es arúgula, la cascarita seca de las vainas) lo cual es muy molesto porque impide contemplar el fruto de nuestros esfuerzos, es decir la semilla. 

Los dioses de la agricultura urbana me iluminaron y encontré un método magnífico para separar la semilla de los restos de flores seca o de vainas. Simplemente, al recipiente convexo, soplarle suavemente. Las semillas quedarán por su peso en el fondo y los restos de planta seca tenderán a volar como en la siguiente imagem:



Y eso es todo! A sembrar de nuevo Albahaca Italiana, ahora gratis!!! Toma esto Montsanto!

jueves, 17 de abril de 2014

Para Dar Seguimiento - Un vistazo a la Arúgula de Azotea.

Y que no digan que no. Es la misma de la hortaliza en 5 sencillos pasos. Así funciona un huerto de azotea. Escribo esto varias veces, para que google me encuentre y me haga muy famoso como el werevertumorro. 




lunes, 14 de abril de 2014

Sobre el Genocidio


No soy un buen líder.

Más de una vez, les he fallado a mis lombrices. La primera por sequía, la segunda por inundación.

Fueron dos genocidios. Uno útil, otro inútil.

El primer genocidio -por sequía-,  fue útil pues de esa manera pude recolectar -finalmente- casi todo el hummus o lombricomposta que por más que intentaba, no lograba separar eficientemente de las lombrices en sí mismas. Cuando dejé de mantener húmedo el lombricero, y murieron casi todas las inquilinas, pude fácilmente palear en esa tierra negra y rica sin miedo a llevarme a las lombrices hacia mis macetas, o a cortar sin querer a las lombrices en dos o más partes.

Porque ya no había. O mejor dicho, había muy pocas… muy fuertes.  Que no se entere Hitler en su tumba, que no sepa por mi conducto Herr Frederick Nietzche que una buena sequía y hambruna produce entre las lombrices auténticas überlombrices.

Con las pocas sobrevivientes, gordas grandes y rosadas, -y muy seguramente gandallas y caníbales- la raza parecería haber sido mejorada. Empezaron a reproducirse, a haber más lombrices y quizás más sanas.

Llegó entonces el otro genocidio, que fue completamente inútil. Un buen día dejé llenando un jarrito y olvidé la diminuta llave con el agua abierta. Por varios días sufrimos que se acabara el agua en la casa, por más que revisamos buscando fugas y prendimos la bomba para resurtirnos. Finalmente subí al invernadero y lo encontré inundado. El lombricero rebasado de agua, que caía desde el jarrito a las lombrices y de ahí a la coladera sin hacer ningún ruido ni mayor destrozo. Pero el hábitat de las lombrices era una alberca, y no precisamente sustentable.

Como dije, esto llevaba por lo menos uno o dos días.

Pues aun así sobrevivieron algunas de mis niñas. Überlombrices, súperlombrices. Lombrizones. Ahora sí sólo quedaron las más gordas. Y las mejores nadadoras.

No sé qué diría el otro aleman, el tal Freud, de mi olvido de la llave abierta. Yo no creo que haya sido un intento fallido de acabar ellas; fue simplemente un olvido.

Me consuelo pensando que no tuvieron que votar por mí como su líder, por lo que nada de esto ha sido culpa suya.

Y sé que nada pueden hacer para cambiar su suerte, que está en mis manos.

Lombrices de mi lombricero, resistid!

(Por cierto por si hay algún protector de lombrices allá afuera: Acabo de subir a checarlas y están bien. Rozagantes diría yo. Nada mal para un pueblo que ha afrontado tanto, tan dignamente).